Los estudiantes en Chile luchan por una mejor educación y sin
trampas…Es decir, ellos están buscando un digno porvenir para las nuevas
generaciones. Sin embargo, preocupa este “porvenir” si nos ponemos a pensar que
en el tema de las contaminaciones del planeta poco y nada se avanza. Por el
contrario, vemos con pavor cómo los gobiernos (elegidos por la gente) hacen lo
que la gente no quiere. Por un lado la aprobación de termoeléctricas y, por el
otro, el tema de mineras que se instalan en lugares estratégicos de preservación
planetaria.. ¿Y qué me dicen de las famosas salmoneras que por segunda vez dan
noticias con la propagación de virus en el océano. Estamos hablando de dos
flancos. Por un lado las mineras. Y por otro, las salmoneras. Ambas,
destruyendo y contaminando los océanos. Este es un asunto serio. La pregunta
es: ¿qué le dejarán estas generaciones a las generaciones del futuro?. La
respuesta es: MIERDA. Sólo eso. Pesa la inconsciencia de los seres humanos
contra los seres humanos. La usura, el dinero, es lo que importa en este
momento. ¿Pero qué pasa con la vida?. Acá está también el ojo de la gente. Veo,
por ejemplo, con asco, cómo algunas personas ni siquiera indagan en los
asesinos del planeta, en quienes han generado malversación de acciones, aquéllos
que, incluso, no se esconden, que entran a la política chilena (y mundial) casi
como “a sabiendas” que la gente es “tonta” y, por lo tanto, volverán a votar
por ellos en próximas elecciones. La verdad me provoca asco la ignorancia de
muchos, pero al mismo tiempo, me alegran los jóvenes de hoy, los considero
inteligentes, capaces de revertir la situación, y son ellos los que deben
terminar con esta pesadilla de mafias y poderes. La gente antigua, salvo los
que tienen clara la película, lamentablemente no corren en este escenario. Me
juego la vida por las nuevas generaciones.
Carlos Amador Marchant.
Escrito el 13 de abril de 2013, en Valparaíso-Chile.
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